Oh divina majestuosidad infinita
Tu perfección me redime
Tu brillantez me cobija
Y tu arte me enamora
En tus verdes valles veo tu piel
En tus jardines siento tu perfume
Y en las estrellas la luz de tu mirada
En tus rebeldes mares mi alma se regocija
Con el aullido del lobo mi corazón se estremece
Esta noche quiero hacer el ritual de la eternidad
Bajo la sombra de un obsequio nocturno
Las aves pasan sobre mi descanso
Y una inmaculada brisa me visita
En tus montañas se alza la esperanza
De encontrar mi libertad
Divina naturaleza que me dio la existencia
Soberbia como el amanecer
Apasionante como el atardecer
Quiero ser uno con tigo
Uno con todo cuanto has parido
jueves, 19 de noviembre de 2009
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apestas!
ResponderEliminarLo sé!
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